La leyenda del candil
La piedra negra
Estos eran dos ambiciosos amigos, Misael Galán y el Gildardo Higinio. Decidieron que querían hacerse ricos y fueron en busca de una mina que se encontraba por la cordillera que separa el municipio de Vetagrande de la capital zacatecana.
Durante cinco días buscaron hasta que encontraron una cueva de aspecto extraño, se acercaron y hallaron una roca brillante semienterrada. Les llamó la atención y se pusieron a escarbar cerca de ella pues pensaban que era oro. Lograron sacar la roca y se acostaron a descansar.
Al día siguiente los jóvenes fueron encontrados muertos.
El acta de defunción dice que perdieron la vida tras una riña entre ellos mismos, se cuenta que fue la ambición la que acabó con ellos porque al final la piedra no tenía ningún valor.
La gente cuenta que quien se encuentra con
aquella piedra se vuelve agresivo y ataca sin razón aparente y es que la
piedra servía para afilar cuchillos lo que muchos hicieron antes de
transformarse en seres violentos ante la caótica situación se decidió
que la roca fuera llevada lejos del alcance humano justo en lo alto
de un muro posterior de la catedral de Zacatecas debajo de la campana
chica.
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El callejón del beso
Es conocido por todos, por que apenas mide 68 centímetros de ancho y porque los balcones de las casas están casi pegados.
La leyenda de este lugar nace del amor prohibido de una pareja de enamorados, Carlos y Anna quienes se citaban clandestinamente en uno de sus balcones para demostrarse su amor.
Un día el padre de Anna los descubrió y se opuso por completo a ese amor al grado de matar ahí mismo al enamorado. Otra versión de la historia indica que la asesinada fue Doña Anna quien murió después de que su padre le enterrara una vaga por la espalda, Don Carlos al ver la muerte inminente de su amada besó su mano aún tibia y de ahí el nombre de ese lugar.
Hoy en día se dice que las parejas que se den un beso en el tercer escalón tienen garantizado siete años de felicidad, ritual obligado para las parejas que visitan Guanajuato.
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El árbol del vampiro
La historia cuenta que a la Guadalajara colonial llegó un hombre muy rico de Europa, quien todas las noches salía vestido de negro y con un ataúd misterioso, se llamaba Don Jorge. Cada que salía aparecían animales muertos pero éstos se empezaron a convertir en humanos, la gente asustada decidió salir en busca del causante cuando cerca del panteón de Belén escucharon gritos, eran jorge atacando con la boca el cuello de un hombre la gente lo persiguió pero él logró huir y el cura de Guadalajara lo fue a buscar a su hacienda para hacerle un exorcismo.
El vampiro juró vengarse de todos cuando alguien le clavó una estaca en el pecho. Al morir lo enterraron en el mismo panteón de Belén pero lo extraño sucedió cuando el árbol empezó a crecer justo por encima de la lápida de Don Jorge, misma que se rompió.
La leyenda dice que el día que el árbol se ha derrumbado o que las raíces rompan por completo la lápida don Jorge el vampiro regresará llevar a cabo su venganza.
No te olvides de visitar el panteón de belén cuando visites Guadalajara.
La isla de las muñecas
La mano de la reja
La princesa Donají
El rey zapoteca Cosijoeza y la reina Coloyocaltzin se tuvieron un hijo llamado Cosijpi a quien mandaron a gobernar el Istmo de Tehuantepec, donde tuvo una hija llamada Donají.
En aquellos tiempos había guerra entre los zapotecas y los mixtecos, quienes tomaron a la princesa como rehén de paz, pero cuando se vieron amenazados la decapitaron. Nunca dijeron donde habían puesto la cabeza y de ahí se generó la duda, ¿Dónde está la princesa Donají?
La leyenda cuenta que un pastor se encontraba cuidando a sus animales en lo que hoy se conoce como San Agustín de las Juntas y encontró un lirio silvestre, flor que se conoce como azucena, el cual decidió arrancar desde la raíz, al momento de cavar se dio cuenta de que había una oreja hasta ver la cabeza humana completa. Se dice permanece intacta, era la princesa Donají, su cabeza y su cuerpo se juntaron y fueron llevados al templo de Cuilapan.
Cuentan que hace muchos años en Córdoba existió una mujer misteriosa, porque vivía aislada del trato social, se dice que era huraña porque su belleza era tanta que cuando salía a la calle era víctima de habladurías. Se le conocía también porque usaba hierbas para hacer curaciones maravillosas y por predecir sucesos naturales como temblores o tormentas, esa fama empezó a inquietar a los habitantes de Córdoba quienes la empezaron a acusar de bruja, todos parecían obsesionados con ella pero el alcalde en el principal, su nombre era Martín de Ocaña, un hombre ya de edad que le confesó su amor y le ofreció hasta las perlas de la virgen, pero la mulata no accedió. Don martín despechado y desairado la acusó de haberlo hecho tomar un brebaje para que perdiera la razón, la mulata a la fuerza fue llevada a la fortaleza de San juan de Ulúa, donde fue juzgada y castigada a morir quemada en leña verde frente a todo el pueblo; mientras esperaba su castigo logró convencer al guardia para que le regalara un gis, él no pudo resistir y se lo consiguió. La mulata empezó a dibujar en las paredes de su celda un barco con las velas desplegadas que se mecía sobre las olas de mar, era una obra de arte que dejaba perplejo a cualquiera, fue entonces cuando la mulata preguntó: ¿qué es lo que crees que le hace falta al barco?, a lo que el carcelero contestó: andar. En eso ella dijo: ¡pues mira cómo anda!. La mulata dio un salto y se subió al barco, despidiéndose del hombre que la resguardaba. El barco se perdió en el horizonte que ella dibujo
La llorona
La historia cuenta que una mujer indígena tuvo un romance con un hombre español, relación de la que nacieron tres hijos y a quien ella atendía devotamente, pero el padre de ellos no parecía estar muy contento con la relación, pues cada que ella buscaba formalizar él se negaba. Pasó el tiempo y él se terminó casando con una damisela española, ella no pudo con lo sucedido y perdió la razón aquella mujer indígena se dirigió al lago de Texcoco y ahí agua a cada uno de sus hijos para luego suicidarse ella.
Desde entonces se dice que se escucha el lamento de una mujer joven que viene del lago, se dice que grita por sus hijos y que se puede ver que es una mujer vestida de blanco y delgada que deambula sin rumbo hasta esfumarse de nuevo en el agua.
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