La leyenda del Diablo en la discoteca

Todo esto se relata en una noche de viernes santo en la cual se hizo una fiesta en la discoteca más famosa de la ciudad, lugar donde se aparece el mismísimo diablo.

Era viernes Santo. Una muchacha proveniente de una familia muy creyente y que le había mantenido reprimida en su casa,  había decidido ese día liberarse de tales imposiciones familiares y salir a divertirse justo ese mismo día.
Dicen que en un momento determinado de la noche entró la discoteca un joven; era la mirada de todas las chicas que se encontraban ahí pues era alto, muy bien vestido y con unos ojos muy extraños, pero encantadores.

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Los testigos cuentan que la muchacha afirmó que esa noche bailaría con ese mismo joven. Al parecer

su petición fue escuchada al instante tras pedir bebidas y hablar un poco con el sujeto, le pareció encantador, pues le impactó desde el comienzo

El apuesto joven se acercó más a ella y le tendió la mano para sacarla a bailar, ella encantada por su apariencia, aceptó sin dudarlo. 

Mientras la pareja de jóvenes bailaban él le advirtió que no mirara a sus pies ya que se sentía un poco incómodo y no era capaz de seguir el ritmo ella por su parte estuvo de acuerdo pero al cabo de un rato no resistió mirar sus pies y por consiguiente ella se quedó sin aliento al verlos; eran unas garras impensables y deformes, la chica se desmayó en seguida y todo el mundo al verla tirada en el suelo corrió a ayudarla y el joven con el que ella bailaba había desaparecido misteriosamente.

La muchacha cayó en un terrible estado de coma y sus padres ordenaron revisar las cámaras del lugar para identificar a aquel hombre por el cual todos creían que era culpable de su estado, pero para sorpresa de todos en aquel vídeo de seguridad se podía apreciar claramente que la joven se movía sola por toda la discoteca. El hombre no se reflejaba en la grabación y para confirmar esta escalofriante historia en el baño del establecimiento en uno de los espejos decía:

"viernes santo muerte de cristo viernes, santo yo revivo y riego sangre y temor entre los humanos".

La discoteca estuvo varios días con olor a azufre y la joven murió con unas misteriosas marcas de quemadura en la espalda.

Existen diferentes versiones de esta historia, hay una que afirma que la joven murió en el bar mientras que otra dice que sobrevivió pero que murió días después de este hecho.

Esta es una de las leyendas más aterradoras debido a la presencia del demonio en el lugar público.

Se dice que el mayor logro del diablo es hacer creer a las personas que éste no existe, dejándolos vulnerables y débiles para que sus apariciones sean escandalosas y mortales.

Ahora yo te pregunto ¿te atreverías a ir de fiesta en viernes santo?

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La isla de las muñecas - Historias de Terror

Las dos versiones sobre este misterio...

Don Julián Santana poseído

Don Julián Santana, el señor que decoró la famosa isla de las muñecas en Xochimilco  y quién encontró el cadáver de una pequeña a orillas del lago. Este hombre desesperado intentó salvarla, pero ya era demasiado tarde y la niña falleció, al parecer por causas desconocidas. Luego de este incidente, don Julián aseguraba que aquel espíritu de la niña era quien se encargaba de atormentarlo todas las noches.

Un día curiosamente encontró una muñeca flotando en el lago, a lo que supuso que tal vez había pertenecido a la pequeña, decidió colgar la muñeca de un árbol en nombre de la niña fallecida. 

Don Julián daba por hecho de que el espíritu de la niña había poseído a la muñeca, para protegerse de  este ente comenzó a colgar más muñecas, de todo tipo, de todo tamaño y de todo aspecto. Tiempo después el hombre comenzó a creer que las muñecas se encontraban poseídas por espíritus de niños que rondaban por ese lugar.

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Don Julián pronto se convirtió en ermitaño, y empezó a vivir en la isla completamente solo con sus muñecas. 

Hay personas que dicen que seguramente era él quién estaba poseído, pues tomaba actitudes muy extrañas cuando llegó a aquella chinampa.

En 2001 don Julián fue encontrado sin vida misteriosamente en el mismo lugar donde supuestamente había encontrado a la pequeña. Muchas personas comentan que se sentía culpable por no salvar a la niña y que ese era el motivo por el cual había perdido la razón, aunque realmente nadie sabe qué sucedió con exactitud.

Cuando don Julián falleció la isla se convirtió en uno de los atractivos turísticos más visitados en Xochimilco, pues llega mucha gente a visitar la enorme cantidad de muñecas que cuelgan de las ramas de la chinampa.

Hay muchos documentales sobre este lugar, incluso hay quién asegura que las muñecas se mueven o que emiten sonidos espeluznantes por las noches.

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La sirena que se llevó a don Julián

Don Julián Santana fue un señor que habitó esta famosa chinampa durante 50 años, ubicada en Xochimilco.

La versión sobre esta leyenda cuenta que Don Julián tenía el corazón destrozado, pues su novia lo abandonó y este fue el motivo por el cual llegó a vivir a la isla. Comenzó a cultivar cereales, hortalizas y flores. Todos los días salía temprano al pueblo más cercano para vender sus cosechas. Este señor recogía cada muñeca que se encontraba, ya sea en la basura o entre las milpas, para después decorar la isla.

Anastasio Santana, sobrino de don Julián fue quien supuestamente reveló la historia real sobre este suceso.

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Cuando don Julián llegó a vivir a la isla, encontró el cuerpo de una joven a orillas del lago. A partir de ese día comenzó su tormento pues las voces, pasos y lamentos no dejaban de asustar a don Julián. Este fue el motivo por el cual comenzó a colgar muñecas alrededor de la isla, pues su creencia le decía que eran una protección contra este espíritu.

Entre todas las muñecas que se encuentran aquí, existe una en especial que dice que era la favorita del señor, esta muñeca lleva el nombre de “la moneca”. Una muñeca a la que le hacen ofrendas y le piden deseos porque supuestamente es milagrosa.

Finalmente las voces y los sonidos aterradores dejaron de asustar a don Julián, pero Anastasio comenta que le hablaba sobre una sirena que quería llevarse a su tío, incluso le dijo el lugar donde moriría.

Un día su sobrino dejó solo a su tío y al regresar a la isla lo encontró muerto justo en el mismo lugar donde la supuesta sirena le había dicho que moriría. Don Julián murió de un infarto.

Leyenda de Campeche - La bruja del Morro - Historia completa

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En los Morros de Seyba Playa Campeche, existen unas cavernas donde rebotan las olas del mar. En esta parte los pescadores no pueden pasar con sus embarcaciones ya que son arrastrados y los que han caído en esa trampa jamás regresan. La explicación sobre este suceso es muy supersticiosa y muy comentada por los habitantes de la región.

Hace muchos años las personas de la comunidad que habitaban en este lugar se percataban que de la noche a la mañana desaparecían familias enteras del pueblo. En un principio, este suceso no era tan extraño, pues pensaban que las familias simplemente se iban del lugar por diferentes motivos, entre ellos de trabajo. Con el paso el tiempo, la desaparición de familias comenzó a ser más seguido y muy marcada, los lugareños analizaron la situación y notaron que iban desapareciendo de casa en casa consecutivamente.

Los habitantes del pueblo se alarmaron y decidieron contratar un hechicero, alguien con la capacidad de descifrar este misterio. 
Un hombre muy reconocido por dominar la magia blanca organizó una reunión con la finalidad de notificar al pueblo sobre su trabajo. Fue grande la sorpresa que se llevaron los habitantes cuando el hechicero les dijo que las familias desaparecían por algún ente maligno, que los devoraba cuando los visitaba en su hogar y era la razón por la cual no dejaba ninguna sospecha. El hechicero solo podía atraparlo hasta que el ser maligno fuera a visitar a sus víctimas, el momento en que les arrebataba la vida.
Aquel brujo ideó un plan, donde una familia sería expuesta y en el orden cronológico que continuaría para el ente maligno, conocido como la vieja Ishawuu. Para el plan, el hechicero fingiría ser parte de la familia.

Luego de varios días de haber comenzado con el plan, llegó a la casa una viejecita inofensiva, de mirada triste, pidiendo posada, ya que no tenía donde pasar la noche, así que pidió a la familia quedarse a dormir en alguna parte de la casa. La familia, aceptó y la dejó entrar a su casa, sin sospechar del peligro que corrían aquella noche, pero el astuto hechicero, no muy convencido se preparó sutilmente para no alarmar a la familia y no levantar sospechas a aquel ente.
La viejita muy amable y agradecida se acostó cerca de la salida de la puerta trasera, que llevaba a los baños de la humilde casa.

Pasando la medianoche, el hechicero noto algo extraño, pues los miembros de la familia iban saliendo uno a uno con síntomas muy típicos de dolor de estómago dirigiéndose hacia los baños que estaban en el patio trasero de la casa, un lugar muy cercano donde descansaba la vieja.

Foto de Thirdman

El hechicero se preparó con sus herramientas de trabajo, pero al acercarse a la vieja increíblemente solo se encontraba un bulto de pellejo, lo tomó y lo cubrió con sal, regó agua bendita y rezó unas oraciones.

Fue al baño y lo que encontró fue un animal enorme con la boca abierta que tenía acorralado a un miembro de la familia. El hechicero alcanzó a atorar a la bestia con unas ramas, que se convirtieron en cadenas e impidieron que el ser maligno pudiera escapar.

Los habitantes del pueblo llevaron a encerrar a la vieja Ishawuu a los morros, las cuevas en SeybaPlaya, un lugar donde al subir la marea quedaba cubierta completamente de agua, de esta forma, la bruja se ahogó, encadenada a un conjuro, pero al encerrarla, dicen que la bruja lanzó un grito con la amenaza de regresar al pueblo en busca de venganza. Cuenta la leyenda que el conjuro que el hechicero le hizo a la bruja solo fue por 300 años y que en estos tiempos está por agotarse aquel hechizo.

Verdad o mentira ya veremos si se repiten las desapariciones de familias en el pueblo. Lo que se comenta entre los habitantes de la región es que en esta cueva se escuchan gritos que se confunden con el rebotar de las olas en las cavernas

Las personas suelen decir “el morro está enojado”, y cuando se enoja clama la vida de alguien. Algo que aseguran es que cuando baja la marea, en el fondo del mar se dejan ver los utensilios de piedra.

Escucha la narración de la leyenda en el siguiente vídeo: