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Mi hermana siempre salía con sus amigas cada fin de semana, la verdad tenía un grupo muy divertido, pues siempre hacían algo juntas para pasar un buen rato. Hasta que llego ese terrible sábado.
Pasaba la media noche, aproximadamente la una y media de la mañana. Mis papás comenzaron a preocuparse, pues mi hermana siempre llegaba temprano cuando salía con su grupo de amigas. Sonó el teléfono y yo tomé la llamada. A decir verdad me asusté cuando escuché una voz temblorosa que pedía ayuda, ¡era la voz de mi hermana!, hablaba muy bajo como si no quisiera ser escuchada. Pregunté dónde estaba y me contestó que estaban en una casa abandonada cerca del panteón principal del pueblo, luego la llamada se cortó de repente. No quise preocupar a mis papás, así que les dije que el auto se había descompuesto e iría por mi hermana.
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| La mansión embrujada |
La casa abandonada donde supuestamente estaban las chicas era muy famosa. Las personas del pueblo contaban historias paranormales que ahí sucedían; se escuchaban gritos, lamentos y había quien decía haber visto los supuestos espíritus de las personas que ahí vivieron anteriormente y murieron de una forma muy misteriosa. Hasta la fecha no se ha sabido nada sobre su fallecimiento.
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Cuando llegue al lugar dejé mi auto a unos sesenta metros de la puerta principal, caminé hacia la entrada y sentí miedo. El ambiente estaba silencioso, sin duda la noche era diferente; mi corazón comenzó a latir cada vez más rápido.
Saqué el celular de mi pantalón para llamar a mi papá pero no tenía señal. Estaba solo y muerto de miedo frente a una casa abandonada, que más bien era una mansión porque tenía cuatro pisos de alto. Nunca debí mentirles a mis padres, ellos me hubieran ayudado.
Prendí la linterna de mi celular, me armé de valor y entré. Al empujar la puerta esta rechinó y su sonido se podía escuchar a kilómetros, me adentré unos metros y la puerta se cerró de golpe, ¡casi me da un infarto!
Seguí caminando hasta llegar a una escalera, en ese momento escuché pasos apresurados como si alguien se acercara a mí. Subí de prisa al segundo piso, fue entonces cuando una silueta humana se apareció a unos metros delante de mí. Lo alumbré con la linterna y no podía creer lo que estaba viendo, un fantasma o algo parecido flotando en el aire. Me quedé paralizado de miedo, pues aquel espectro me miraba y se reía diabólicamente. Sentí que alguien respiraba detrás de mí y mis piernas se desvanecieron hasta que caí de rodillas, mientras que la linterna de mi teléfono se prendía y se apagaba incontroladamente. Escuché la voz de mi hermana pidiendo ayuda. El silencio y la oscuridad absoluta regresaron de nuevo, pero seguía sin poder moverme.
Intenté bajar las escaleras pero la voz de mi hermana pudo más que el miedo que sentía en mi cuerpo.
Misteriosamente mi celular se apagó, sabiendo que tenía 89% de batería; intenté prenderlo varias veces pero no funcionó. Seguí la voz de mi hermana hasta que llegué a un cuarto que en su interior se podía notar una luz muy tenue, me acerqué y pude ver que ahí había un cuerpo, parecía sin vida, ¡era una de las amigas de mi hermana!, grité hasta más no poder. Fue entonces cuando salí corriendo y como si mis gritos hubieran despertado a aquellos seres sobrenaturales; vi a varios en los pasillos riéndose de mí. Sentí dificultad para respirar y caminando desequilibradamente llegué a las escaleras para bajar al primer piso pero vi de espaldas a otra de las amigas de mi hermana en el pasillo, le hablé pero no recibí respuesta. Me acerqué a ella y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al ver que su rostro estaba totalmente desfigurado, bajé de prisa las escaleras.
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Cuando llegue al lugar dejé mi auto a unos sesenta metros de la puerta principal, caminé hacia la entrada y sentí miedo. El ambiente estaba silencioso, sin duda la noche era diferente; mi corazón comenzó a latir cada vez más rápido.
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| La mansión embrujada |
Saqué el celular de mi pantalón para llamar a mi papá pero no tenía señal. Estaba solo y muerto de miedo frente a una casa abandonada, que más bien era una mansión porque tenía cuatro pisos de alto. Nunca debí mentirles a mis padres, ellos me hubieran ayudado.
Prendí la linterna de mi celular, me armé de valor y entré. Al empujar la puerta esta rechinó y su sonido se podía escuchar a kilómetros, me adentré unos metros y la puerta se cerró de golpe, ¡casi me da un infarto!
Seguí caminando hasta llegar a una escalera, en ese momento escuché pasos apresurados como si alguien se acercara a mí. Subí de prisa al segundo piso, fue entonces cuando una silueta humana se apareció a unos metros delante de mí. Lo alumbré con la linterna y no podía creer lo que estaba viendo, un fantasma o algo parecido flotando en el aire. Me quedé paralizado de miedo, pues aquel espectro me miraba y se reía diabólicamente. Sentí que alguien respiraba detrás de mí y mis piernas se desvanecieron hasta que caí de rodillas, mientras que la linterna de mi teléfono se prendía y se apagaba incontroladamente. Escuché la voz de mi hermana pidiendo ayuda. El silencio y la oscuridad absoluta regresaron de nuevo, pero seguía sin poder moverme.
Intenté bajar las escaleras pero la voz de mi hermana pudo más que el miedo que sentía en mi cuerpo.
Misteriosamente mi celular se apagó, sabiendo que tenía 89% de batería; intenté prenderlo varias veces pero no funcionó. Seguí la voz de mi hermana hasta que llegué a un cuarto que en su interior se podía notar una luz muy tenue, me acerqué y pude ver que ahí había un cuerpo, parecía sin vida, ¡era una de las amigas de mi hermana!, grité hasta más no poder. Fue entonces cuando salí corriendo y como si mis gritos hubieran despertado a aquellos seres sobrenaturales; vi a varios en los pasillos riéndose de mí. Sentí dificultad para respirar y caminando desequilibradamente llegué a las escaleras para bajar al primer piso pero vi de espaldas a otra de las amigas de mi hermana en el pasillo, le hablé pero no recibí respuesta. Me acerqué a ella y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al ver que su rostro estaba totalmente desfigurado, bajé de prisa las escaleras.
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| Foto de Octoptimist: www.pexels.com/ |
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Cuando me dirigía a la puerta para salir escuché nuevamente la voz de mi hermana pidiéndome ayuda. Se escuchaba en un pequeño cuarto que estaba cerca de la puerta, decidí entrar, haría todo por salvar a mi hermana. Caminé hacia el lugar, era un baño. Alcancé a percibir un bulto que se movía en la bañera y con mucho miedo recorrí la cortina pensando que era mi hermana pero por suerte no había nada.
Salí corriendo de aquel lugar, esta vez no me importó que la voz de mi hermana me llamara hacia otro lado de la mansión. Por fin llegué al auto y aceleré hasta llegar a mi casa.
Durante el trayecto iba pensando cómo contarles todo a mis padres, aparte de que me iban a regañar por no haberles dicho la verdad.
Cuando llegué a mi casa me encontré con la sorpresa de que todos estaban ahí, incluyendo a mi hermana. Lo que mi papá me comentó fue que ella llegó media hora después de que salí a buscarla.
Mi hermana me confesó que me jugó una broma para saber si me atrevía a entrar a la casa abandonada del pueblo. Le pregunté por sus amigas y me contestó que estaban en sus casas. Mi hermana se sintió mal y me pidió disculpas por todo lo que me pasó.
Hace 7 años que entre a la casa y sigo sin entender que fue lo que sucedió, tal vez el miedo me hizo alucinar al grado de ver cosas que no existen. De lo que estoy seguro es que sigo recordando aquella noche como si hubiera sido ayer.
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