La siguiente historia ocurrió alrededor de las 2 o 3 de la madrugada.
Escucha esta historia en YouTube <<clic aquí>>Foto de Ray Piedra: https://www.pexels.com/es-es/foto/liquido-transparente-en-vaso-para-beber-1556381/
Un blog dedicado a esas historias que nos han contado nuestros abuelos o que se escuchan en ciertos lugares de México.
La siguiente historia ocurrió alrededor de las 2 o 3 de la madrugada.
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Esta es la historia de Evangelina Tejera. Nació en el año de 1965. Hija de un prestigioso médico, un hombre amante del alcohol que maltrataba a su mujer. Sus padres se separaron y Evangelina se fue a vivir con su madre por un tiempo, pero por crisis económicas decidió regresar a vivir con su padre quién le ofrecía una vida muy cómoda. Su educación solo llegó hasta el tercer año de secundaria; pero asistía a clases de piano, tenis y reuniones que organizaba la gente rica de la ciudad. Evangelina era una joven de 18 años, rubia, de ojos verdes y un rostro muy expresivo.
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En el año de
1983 fue elegida reina del Carnaval de
Veracruz, acontecimiento que la
llevó a salir en periódicos,
revistas e incluso
fue invitada al reconocido programa de
“siempre en domingo”, sin
duda, su fama la llevó
al mundo del espectáculo. Sexo,
alcohol y drogas eran
el ambiente en el que
Evangelina rondaba, juntarse
con gente de alta
sociedad y algunos famosos
no eran secreto; pero
de un momento a otro comenzó a alejarse de
los reflectores y
noticias del espectáculo
hasta que terminó
en el olvido. Pasó
el tiempo y
tuvo dos hijos
con un hombre que nunca
los reconoció como
suyos, posteriormente
Evangelina se enamoró
de un conocido de su
padre; también era médico y
estaba casado. Tiempo después
la dejó. Evangelina se volvió
adicta y mitómana; pedía dinero
a sus familiares y
amigos con cualquier excusa;
el poco dinero que
ganaba siempre se iba en drogas
y alcohol. Su
familia cansada decidió
correrla de su
casa y fue entonces
cuando llegó a vivir al departamento 501 del
antiguo edificio de
la Lotería Nacional. Se
cuenta que los
dos niños eran encerrados en un
cuarto del departamento, mientras ella hacía reuniones con
sus amigos. El alcohol,
la cocaína y el sexo eran
protagonistas de aquellas celebraciones. Sus
hijos se quedaban
sin comer por días,
los golpeaba y maltrataba. El 18
de marzo del año
de 1989 cuando
una de las historias
más trágicas de
Veracruz se escribiría… Existen
versiones que cuentan que
Evangelina en un momento de
desesperación y furia causada por el llanto
de uno de
sus hijos explotó
de coraje, otros
dicen bajo la influencia de las
drogas. El caso es
que a las 10:30
de la mañana, aprovechó
para cometer su terrible
crimen. Tomó a Jaime
de los pies,
su hijo mayor,
lo azotó contra
el piso y no
dejo de hacerlo hasta
que el pobre
niño dejo de
respirar. Después hizo
lo mismo con Juan.
El piso quedó manchado
de Sangre y la
madre de
aquellos pequeños ni si quiera se molestó
en limpiar. Hay una versión de
esta historia donde
cuenta que Evangelina metió los
restos al horno para
convertirlos en cenizas,
sin embargo, solo
consiguió cocinarlos. Finalmente,
y como pudo logró
depositar los cuerpos
en unas macetas
que tenía en el
departamento. Las personas que
pasaban podían observar aquellos maceteros
y mirar sus bellas
plantas sin pensar que ocultaban
algo sumamente escalofriante. Sin
algún remordimiento Evangelina seguía organizando sus
reuniones y cuando
le preguntaban por sus
hijos ella contestaba
que se habían ido con su padre. Un mes después Juan Miguel, su hermano menor, fue
quién comenzó a sospechar
que algo andaba mal.
La ropa de los niños
seguía en el departamento, la
cuestionó hasta que ella confesó su
crimen atroz. Aquel joven
de 19 años
de inmediato acudió
a la policía y la denunció. Las autoridades
llegaron al departamento, revisaron
la casa y removieron
la tierra de las macetas. Los
cadáveres ya se encontraban
totalmente descompuestos. Mientras
las autoridades actuaban,
Evangelina sostenía la
versión de que los
pequeños habían muerto por desnutrición y que
no tuvo más
que sepultarlos. En ese
momento la detuvieron
y fue trasladada al
ministerio público donde
ella argumentó que sufría trastornos psiquiátricos
y que estaba en tratamiento desde
el año anterior, mientras que su
hermano mencionó sobre su
mitomanía. A Evangelina le
hicieron estudios de
laboratorio para averiguar si era
adicta y a que sustancias, fue interrogada
y finalmente encarcelada. Los periodistas
que en algún
momento la alagaban por su
fama y belleza ahora la
acorralaban con preguntas
y ella lo único
que hacía era llorar y pedir
que la dejaran en
paz. Los medios aprovecharon
la historia para aumentar sus
ventas. El juez dictaminó que Evangelina
en efecto había
asesinado a sus
propios hijos, para ello se
basó en los resultados
de las pruebas
periciales, testimonios y
opiniones de gente especializada. Se
habló también de su salud
mental tratando de que no se
le encarcelara, pero no fue así,
Evangelina Tejera terminó por ser
recluida en el penal de Ignacio
Allende, encerrada junto a peligrosos
criminales. En un
principio la mantenían sedada y
bajo vigilancia para evitar que
se suicidara, pero
después la dejaron en
contacto con los
reos de aquella cárcel. El día
12 de
diciembre del año 1989
los cadáveres de
los niños fueron
reclamados por sus familiares y
celebraron una misa donde acudieron
500 personas. El sacerdote
pidió a las personas no
juzgar a Evangelina, aquel acto le
correspondía a Dios. Hicieron un
recorrido con los restos
en las calles
donde su mamá era protagonista de
los desfiles. Muchas personas lloraban,
muchas otras gritaban
insultos contra la criminal. Un
grupo de personas esperaba
con pancartas en el panteón municipal pidiendo
un gran castigo a quién
alguna vez fue Reina
del Carnaval. Evangelina Tejera
fue sentenciada a veinte
años de prisión, en ese entonces
era la pena máxima.
En la cárcel sufrió maltrato
de otros reos;
pésimas condiciones sanitarias;
mala alimentación; maltrato del personal
y mal servicio médico,
por mencionar algunos. En otra parte
logró realizar actividades positivas
como dar clases de
aerobics, incluso la nombraron
“Reina del Carnaval de los Presos”;
por segunda vez era una reina. Cabe destacar que fue
reubicada en varias ocasiones. En
la cárcel la ex Reina del
Carnaval de Veracruz
siguió consumiendo drogas
y fue pareja de
varios criminales, entre
ellos uno muy
poderoso quién se
encargó de protegerla y ayudarla a salir del mundo de la
prisión. En 2006
consiguió la pre liberación de
su amada y Evangelina no
abandonó a su hombre, pues continuó
viviendo con él dentro
de la cárcel, pero en calidad libre, hasta que
dos meses después
lo mataron con veinte puñaladas. Después del
asesinato de su
pareja, Evangelina salió de la
cárcel, nada se supo
de ella y se
rumoraba que se
convirtió en pareja de un
integrante de los Zetas. El edificio
que fue testigo
de aquel asesinato
se incendió a finales de
los noventa, motivo por el
cual fue desalojado
y se convirtió
en una propiedad abandonada. Cuenta
la leyenda que los
hermanitos aún se
escuchan en el departamento 501,
se aparecen en
ese lugar, gritan, piden
ayuda o simplemente juegan
en las escaleras.
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